
Después de ver cómo destrozan Barcelona por quinta noche consecutiva, y vamos para la sexta, que parece ser que esto no ha terminado, solo queda decir dos palabras: ¡BASTA YA!
Se protesta por la sentencia del «procés», en eso estamos de acuerdo, es totalmente desproporcionada. Una sentencia pactada de antemano por un Poder Judicial que, no nos engañemos, en este país no es independiente.
Se reivindica la independencia de Catalunya, en eso también estamos de acuerdo, siempre he pensado que a Catalunya le iría mucho mejor como territorio independiente. Pero los actos violentos sobran.
La violencia no nos lleva a ningún sitio, la imagen con la que se está quedando el mundo no es el ambiente festivo de la manifestación de ayer tras las «marxes per la llibertat» (marchas por la libertad), en la que participaron alrededor de 500.000 personas sin ningún tipo de incidente. Lo que se ve, porque además es lo que interesa enseñar, son los disturbios creados por un grupo de unas 400 personas (cifra indicada por el ministro de Interior), por lo visto organizadas y dirigidas por expertos en guerrilla urbana, que con la excusa de las reivindicaciones independentistas están haciendo arder la ciudad (y otras ciudades de Catalunya).
El Gobierno parece que esté mirando hacia otro lado, el President de la Generalitat no acaba de condenar los actos violentos y parece ser que nadie quiere sentarse a negociar. Estamos perdiendo ventas, turismo e imagen. ¿A quién le interesa que esté pasando todo esto? ¿por qué nadie está haciendo nada?
Y no, la solución no es un estado de emergencia, ni traer al ejército, ni más acciones antidemocráticas. La solución pasa por sentarse a dialogar y llegar a un acuerdo, todos los implicados.
Duele ver tu ciudad así, y eso que esto solo pasa en la zona más céntrica, en el resto de barrios ni nos enteramos, pero jode mucho ver noche tras noche algunas calles en llamas. Independencia, sí, pero este tipo de actos no me representan. ¡BASTA YA!