
Una de las cosas que te puedes encontrar si te das una vuelta por las Highlands escocesas, a parte del Sr. Outlander (que ese ya os digo yo que no está) son las peculiares vacas de las Tierras Altas, también llamadas Hairy Cows. Serían la versión peluche de una vaca normal. Pero estas tienen cosas que las hacen algo diferentes de las que estamos acostumbrados a ver.
Por ejemplo, viven más que nuestras vacas y producen más terneros. Pueden correr a una velocidad de hasta 40 km. por hora, así que si te persigue una de estas mejor subirse a un árbol. Las hay de varios colores y sus cuernos pueden medir más de un metro; los cuernos les ayudan a escarbar y a encontrar algo que llevarse a la boca en los duros inviernos escoceses.
El pelo las protege de enfermedades, sobre todo en los ojos, de hecho son resistentes a muchas enfermedades y aguantan muy bien el frío, de ahí que en Escocia estén tan a gustito.
Por último, los británicos consideran que la carne de esta vaca es la mejor del mundo, por lo que un filete es un plato caro, será lo único medio decente que comen.